La tentación que atrae a los pasajeros de los cruceros más golosos

Cacao Sampaka, un referente en la producción de chocolate prémium, gana adeptos entre los turistas que llegan por el mar

por EscalaBcn

Barcelona tiene miles de encantos. Algunos de ellos poco conocidos por sus propios habitantes. Cacao Sampaka es una tienda especializada en el chocolate de calidad prémium que figura en la agenda de numerosos turistas de cruceros que visitan la ciudad. Especialmente, de los más golosos.

Los pasajeros de los cruceros tienen localizado este establecimiento que ofrece un amplio abanico de productos que seducen a los paladares más exigentes. La tienda aparece en numerosas guías como uno de los mejores lugares para tomar un “chocolate a la taza en Barcelona”. Ahora la tienda, situada en Consell de Cent, ya no tiene abierto el servicio de cafetería, pero se ha consolidado como un referente en la ciudad. 

Los cruceristas, en especial los procedentes de Estados Unidos, son muy buenos clientes, según explica a Escala Barcelona Víctor Giménez, responsable de la tienda. “A los norteamericanos no les gusta el chocolate demasiado intenso, ya que están más acostumbrados al chocolate con leche”, explica. De todas maneras, siempre suelen comprar para ellos y para hacer un regalo de calidad a sus allegados. De esta manera, el crucero que hicieron en Barcelona se asociará para siempre en su memoria a esta delicatessen hecha de cacao.

El gasto medio de un turista, incluidos los pasajeros de los cruceros, “siempre es más alto” que el de un cliente medio, porque compra para el autoconsumo y para regalar, explica Víctor Giménez. El chocolate, en sus diferentes presentaciones, es un regalo fácil de guardar en la maleta.

Fundada en el año 1999 por una familia de tradición cholocatera, Cacao Sampaka es una empresa especializada en cacao y chocolate de alta calidad. Destaca por cuidar cada detalle del proceso de elaboración: desde la selección de las habas de cacao hasta la presentación del producto final. Gracias a su “expertise” y conocimiento en torno al mundo del cacao (origen de la materia prima, tecnología y procesos), ha logrado hacerse un hueco entre los paladares más exigentes.

Buenos clientes

Desde su pequeño obrador de Vic (Barcelona), Cacao Sampaka distribuye su delicado y selecto producto a través de su establecimiento de Barcelona, una tienda online y su exclusiva red de franquicias ubicadas en Madrid y Japón, país donde cuenta con tres establecimientos (uno en Tokio, uno en Osaka y otro en Kobe).

Los japoneses, precisamente, eran los turistas más habituales que visitaban el establecimiento. Sin embargo, la pandemia y las largas restricciones que se impusieron en este país han hecho que estén ausentes durante un largo período de tiempo. Los visitantes que llegan en crucero –  tanto norteamericanos, como franceses e ingleses, entre otras nacionalidades – han ganado protagonismo y su perfil y gustos son bien conocidos en el establecimiento. 

El gasto medio de un turista, incluidos los pasajeros de los cruceros, “siempre es más alto” que el de un cliente medio, porque compra para el autoconsumo y para regalar, explica Víctor Giménez. El chocolate, en sus diferentes presentaciones, es un regalo fácil de guardar en la maleta.  En la tienda pueden encontrar productos artesanales, sin ningún tipo de aditivos y con diferentes porcentajes de cacao. Las procedencias también suponen un viaje por sí mismas: Ecuador, Venezuela, Madagascar, la isla de Grenada, Papúa o Costa de Marfil, entre otras. 

Un nombre que sabe al mejor cacao

La marca debe su nombre a una antigua finca de cacao ubicada en la isla de Bioko en Guinea Ecuatorial, que destacó por cosechar uno de los mejores cacaos de la isla y del mundo, gracias al mimo y cuidado que se ponía en los procesos de cultivo y selección de las habas. Cacao Sampaka fue adquirida hace un año por Delaviuda Confectionery Group, empresa familiar especializada en la elaboración de confitería.

Cacao Sampaka controla todo el proceso de elalaboración, lo que permite garantizar la mejor calidad con precios ajustados. Utilizando sólo auténtico cacao, sin conservantes ni aditivos, sus profesionales han creado un lenguaje sugerente de formas y sabores diversos, la gama más amplia del mercado, todo hecho artesanalmente en su propio obrador.

Los pasajeros de los cruceros que acuden a esta tienda gourmet se llevan un recuerdo dulce de Barcelona. El chocolate, considerado el alimento de los dioses, es también para ellos uno de los signos de identidad de la ciudad.