Claudia Camerana es una de las environmental officer que trabaja a bordo de este buque que, durante los meses de verano, cuenta con Barcelona como puerto base.
Por Neus Jordi
El Symphony of the Seas es uno de los buques más espectaculares de los que recalan en Barcelona. Cada domingo de este verano zarpa del puerto de la Ciudad Condal para deleitar a sus más de 5.500 huéspedes con un crucero de siete noches por el Mediterráneo occidental. Un viaje de placer en el que se cumplen a rajatabla con las normas más estrictas de protección del medioambiente. Claudia Camerana, una de las environmental officer (responsable de medioambiente) del Symphony of the Seas, se encarga de ello: es la máxima protectora del medioambiente a bordo.
“Royal Caribbean Group [grupo al que pertenece Royal Caribbean International] fue la primera compañía en la industria de los cruceros en tener un oficial de medioambiente dedicado a bordo de cada barco”, explica Claudia Camerana en una entrevista con Escala Barcelona.
La figura del environmental officer es clave hoy en día a bordo de cada crucero. Su misión es velar por la sostenibilidad en el uso de los recursos y garantizar que toda la tripulación sigue escrupulosamente los protocolos en materia de tratamiento de residuos. No es una figura decorativa: un buen ejemplo de la importancia que se le otorga es el hecho de que tenga capacidad sancionadora y que reporte directamente al capitán.
Camerana – con estudios en Turismo, Sostenibilidad y Gestión Ambiental- lleva casi una década dedicada a la protección del medioambiente: “Soy parte de una amplia red de oficiales encargados de garantizar que se cumplen los estándares más altos en materia de protección del medioambiente”, asegura orgullosa.
En este tiempo, su papel ha evolucionado y ahora su responsabilidad para garantizar el cumplimiento de todas las operaciones ambientales que tienen lugar a bordo es “más rigurosa que nunca”, sentencia.
Orgullo y responsabilidad
“Para mí es un orgullo crear conciencia ambiental” -asegura-, “así como capacitar a los miembros de la tripulación y dar ejemplo para reducir nuestro impacto en el planeta”. Además, reflexiona: “Los environmental officers nos hemos vuelto más visibles en los últimos años, tanto para la tripulación como para nuestros huéspedes, que cada día están más interesados en proteger el planeta”.
Sin embargo, su cometido implica una gran responsabilidad, porque deben conocer todas las regulaciones ambientales internacionales, nacionales y locales aplicables, y supervisar que toda la tripulación las cumpla, en materia de gestión de residuos, reciclaje, prevención de contaminación y protección del medioambiente. Así lo expresa Camerana: “La parte más difícil de mi papel es operar en diferentes partes del mundo, ya que las regulaciones ambientales y los requisitos de gestión de residuos varían. Y además el objetivo de la compañía es marcar unas políticas medioambientales que están por encima de esos requisitos”.
Los barcos de crucero son verdaderas obras de arte de ingeniería hidráulica. “Hoy en día, producimos más del 90% del agua dulce utilizada a bordo, lo que significa que no tenemos que consumir suministros locales de este recurso tan preciado”, detalla la jefa ambiental
En este camino hacia la sostenibilidad, es crucial contar con la colaboración de los puertos y trabajar con proveedores locales para descargar correctamente los residuos para su reciclaje o reutilización. Es un proceso muy controlado.
“Nos aseguramos de que ningún residuo vaya al vertedero, cualquier residuo sólido que no se pueda reciclar o reutilizar lo mandamos a plantas de tratamiento de residuos para generación de energía”, dice Camerana en referencia al programa Green Hub de esta naviera, del que forma parte el puerto de Barcelona. Los barcos más innovadores, como el nuevo Icon of the Seas, ya incorporan un sistema de generación de energía a partir de los residuos producidos a bordo.
Carmerana se siente cómoda en Barcelona: “Además de disponer de una infraestructura sólida y servicios de calidad para los cruceros, el puerto de Barcelona ha mostrado un compromiso notable con la protección del medio ambiente”, celebra.
Embajadora de Save the Waves
A bordo del Symphony, Camerana es la embajadora de Save the Waves, el programa de sostenibilidad de Royal Caribbean Group, que cuenta con más de 30 años de trayectoria y que abarca desde el reciclaje hasta la reducción de las emisiones, pasando por el tratamiento de aguas residuales, entre otros aspectos.
Además de impartir las formaciones medioambientales a la tripulación, su principal tarea es la supervisión de los procesos de reciclaje y de la gestión de residuos, que pasa en primer lugar por la reducción: Royal Caribbean Group ha eliminado más del 60% de los plásticos de un solo uso en los últimos dos años.
Obras de arte de ingeniería hidráulica
La innovación es también clave en materia de suministro y conservación de agua. Los barcos de crucero son verdaderas obras de arte de ingeniería hidráulica. “Hoy en día, producimos más del 90% del agua dulce utilizada a bordo, lo que significa que no tenemos que consumir suministros locales de este recurso tan preciado”, detalla la jefa ambiental. “Continuamente buscamos nuevas formas de conservar y reutilizar el agua; por ejemplo, recogemos toda la condensación de agua producida por nuestras unidades de aire acondicionado y la reutilizamos en nuestro sistema de lavandería”, añade.
Igualmente, todos los buques de Royal Caribbean Group están equipados con plantas de tratamiento de aguas residuales, de tal forma que no se vierte ni una gota de agua residual sin tratar al océano, con el objetivo de proteger la salud de la vida marina. Este compromiso de conservación de los ecosistemas marinos se complementa con otras acciones, como la participación en el proyecto Shell Bank, la base de datos global de ADN de la organización World Wildlife Fund (WWF), para comprender mejor hacia dónde migran las tortugas marinas en peligro de extinción y protegerlas del comercio ilegal.
Ahorro energético y de combustible
La eficiencia energética es otro de los aspectos que supervisa la environmental officer. Aparte de la instalación de luces fluorescentes y LED, lo que ha permitido un ahorro energético del 90%, el diseño del casco del Symphony y su sistema de lubricación de aire (una capa de burbujas microscópicas que cubre el casco) posibilita una navegación más eficiente. Ello también conduce a la reducción de las emisiones.
En palabras de Claudia Camerana, “avances en eficiencia energética, desarrollo de combustibles alternativos bajos en carbono, búsqueda de fuentes de energía alternativas y alianzas con proveedores para cambiar a procesos de bajas emisiones” son las cuatro áreas que impulsa la estrategia climática de Royal Caribbean Group, bautizada como Destination Net Zero y de la que Camerana es la máxima responsable a bordo del Symphony of the Seas.
Imágenes: Royal Caribbean Group y Adobe Photostock
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