El escaso impacto de los cruceros en la contaminación del aire de Barcelona

30 de enero de 2024

Redacción

¿Alguna vez te has preguntado por la relación que existe entre la llegada de barcos de cruceros al Port y la calidad del aire de nuestra ciudad?  Si es así, sigue leyendo; hoy te traemos la respuesta.

Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) puso en marcha un estudio para conocer cómo la actividad de cruceros influye en la calidad del aire de la Ciudad Condal.

Los resultados obtenidos muestran que “la contribución de los cruceros a la contaminación atmosférica en los distintos puntos de análisis dentro de Barcelona es limitada, siendo el tráfico rodado el principal responsable de los elevados niveles de contaminación”, según manifiesta el equipo.

Incluso si se superara la capacidad del Port en cuanto a barcos de crucero atracados de forma simultánea se refiere, los niveles de óxidos de nitrógeno (NOx), las partículas de suspensión (PM10) y los óxidos de azufre (SOx) se mantendrían dentro de los parámetros considerados como favorables por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), tal y como apunta la consultora Oxford Economics, basándose en el estudio de la URV.

Y, ¿qué método ha utilizado el equipo de la URV?

Los propios investigadores nos lo explican: “Hemos empleado modelos de aprendizaje automático para estimar en qué medida las diferentes fuentes de contaminación impactan sobre la calidad del aire en diferentes localizaciones dentro del área metropolitana”.

“Para ello” – continúan – “hemos combinado las medidas in-situ de concentración de contaminantes del aire con las condiciones meteorológicas y con datos sobre la intensidad de tráfico para cada uno de los modos de transporte considerados (rodado, marítimo y aéreo)”.

Electrificación del Port: un hito prevista para 2026

Desde hace años, el Port de Barcelona y las navieras están dando pasos dirigidos a reducir aún más su huella medioambiental a todos los niveles.

En el capítulo de las emisiones, 2026 está marcado en rojo en el calendario ya que, a partir de entonces, está previsto que los barcos de crucero puedan conectarse a la red eléctrica. La consecuencia: el apagado de sus motores cuando estén atracados, utilizando energía eléctrica 100 % renovable y eliminando prácticamente las emisiones.

Cuando esté proyecto se convierta en realidad, el Port de Barcelona comenzará a formar parte del reducido número de puertos que ofrecen esta tecnología: actualmente, alrededor de una treintena cuenta con muelles electrificados (menos del 2 % a nivel mundial) frente a los 120 barcos de crucero que ya están equipados con sistemas que permiten la conexión eléctrica a tierra (un 46 % de la flota de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros).