Joan Oliva
Casi 700.000 pasajeros de cruceros tienen cada año como punto final de su crucero a la Ciudad Condal. Esos miles de pasajeros se encuentran entre los llamados cruceristas de turnaround (son los que empiezan o finalizan su crucero en Barcelona). Barcelona, por la fortaleza tanto de su puerto como aeropuerto, es punto de final de recorrido o de inicio de crucero. Se trata de un visitante, como ya dijimos, muy interesante por su nivel adquisitivo pero… ¿Qué posibilidades reales tendría este crucerista de visitar la ciudad, hacer compras o visitas culturales con todo su equipaje a cuestas? El viajero en la medida de lo posible quiere convertir la ciudad de partida o de despedida de su crucero en parte del viaje y no un mero ‘aparte’, a veces incluso molesto, del viaje. Y esta intención de disfrutar al máximo la escala ocurre sobre todo si tiene lugar en una ciudad como Barcelona que obtiene óptimos beneficios gracias a pasajeros que la tienen como punto de partida o llegada de su barco. Es aquí donde una empresa barcelonesa ha logrado resolver este problema beneficiando a todas las partes.
“Cuando este crucerista tiene que decidir dónde ir a comer, o en qué tienda o gran almacén entrar, si va con las manos en el bolsillo podrá hacer muchas más cosas que no haría si tuviera que estar pendiente de su equipaje”
Bags&go es una de las empresas que brinda un servicio de consigna personalizada a los pasajeros de cruceros. Su consejero delegado, Carles Novoa subraya el quid de la cuestión. “Los pasajeros a los que servimos confían en nosotros para poder aprovechar al máximo el último día de su estancia en Barcelona como si fuera una escala más. El crucerista que visita la ciudad gracias a ellos sin cargar con sus equipajes puede disfrutar de la experiencia de una manera cómoda y segura – sus pertenencias están aseguradas por el prestatario del servicio-, y lograr así un 100% de satisfacción en el crucero”. Cuando este crucerista tiene que decidir dónde ir a comer en Barcelona, o en qué tienda o gran almacén entrar, si va con las manos en el bolsillo podrá hacer muchas más cosas que no haría si tuviera que estar pendiente de su equipaje”, argumenta el mismo interlocutor. Insiste en esta importante ventaja el responsable de Ventas y Marketing de la compañía, Carlos de las Heras. “No solo damos un servicio, sino que mejoramos la experiencia al cliente en su visita a la ciudad y en sus necesidades de movilidad”.
250.000 equipajes, 250.000 ventajas
Bags&go ha sabido aprovechar esa ventana de oportunidad, ofreciendo desde hace diez años un servicio personalizado a los turistas de cruceros, a través de la reserva on line de equipajes o presencialmente en la terminal de los cruceros. La operativa es simple. ”Recogemos las maletas del cliente incluso antes que pase de los controles de seguridad, se lo ahorramos al cliente”, especifica Carles Novoa. Hasta el pasado año, todo su público, 15.000 clientes al año, ha sido de cruceros. Este año lo están abriendo a otros operadores de la ciudad: clientes de hoteles, apartamentos, MICE, ferias y congresos.
Prueba del importante mercado que ha generado la logística de equipajes del sector cruceros es que 2008 esta misma compañía inició su andadura con sólo 300 equipajes transportados, y el año pasado ya movilizó más de 15.000 maletas. La barcelonesa, Bags&Go constituida por ocho trabajadores fijos y hasta quince colaboradores en momentos punta de trabajo, factura unos 300.000 euros al año.
“Hay muchísimo margen de recorrido, habida cuenta que los clientes que atendemos apenas representan el 2% del mercado potencial de cerca de 700.000 cruceristas que finalizarán su crucero en Barcelona, señalan desde la empresa. “El 90% de nuestros clientes es el llamado cliente residual, que es el que conoce de nosotros solo cuando llega a la terminal.” Otro cliente es el inducido, publicitado desde el sector. “Tenemos colaboración por ejemplo con Disney Cruise Lines, que promociona directamente nuestro servicio entre sus clientes. Y estamos en negociaciones con otras navieras de cruceros…”, apunta Carles Novoa.
Reto para monumentos, restaurantes, tiendas y museos
Desde la oferta turística complementaria de la ciudad (restaurantes, shoppings, equipamientos culturales y de ocio) se ha debatido recientemente el desafío que supone para sus negocios e instalaciones hacer frente a un número ingente de turistas con sus maletas y bolsos a cuestas. “Podemos atender bien a varios pasajeros que llegan con todo su equipaje, y acomodarlos, pero no podemos lidiar de golpe con cien cruceristas en nuestro local si todos llegan acompañados de todas sus pertenencias –aseguraba un restaurador presente en una de estas reuniones-”. Y lo mismo que vale para un local de comidas, por grande que sea, vale para un monumento histórico, una tienda, un centro cultural, el bus turístico….
Eje puerto-aeropuerto
La casi totalidad del servicio de Bags&go hasta el año pasado era la custodia y transporte de equipajes desde el puerto al aeropuerto, es decir, cuando los cruceristas finalizaban su viaje. El 90% del servicio unidireccional puerto-aeropuerto. Fuera de este eje, el servicio a estaciones de tren y de autobuses es residual. La compañía ha puesto en marcha desde finales de año este mismo servicio en sentido contrario –aeropuerto-puerto- para acometer las necesidades de los cruceristas antes del embarque. “El transporte de equipajes para el embarque lo iniciamos el año pasado. Habíamos detectado que el público norteamericano que llega a Barcelona para embarcarse tiene los horarios de llegada de sus vuelos a la ciudad muy tempranos. Recordamos el artículo de EscalaBcn en el que hablábamos de cómo el número de rutas de conexión entre Barcelona y USA se ve muy beneficiado por ser nuestra ciudad el puerto principal de cruceros del mediterráneo. Añadir servicios de este tipo, redunda en una experiencia de escala que no se da prácticamente en ningún sitio del mundo permitiendo además a pasajeros de alto nivel adquisitivo, realizar visitas y compras en la ciudad.
Desde esta firma subrayan a modo de conclusión que “todos con quienes hemos hablado destacan del servicio logístico de equipajes el valor añadido que proporciona. A las compañías de cruceros también les interesa, porque es una alternativa más al final del trayecto de sus clientes. Todos, y también por supuesto, Barcelona, salen ganando.