Los pasajeros de los cruceros ‘premium’ gastan más en tierra que cualquier otro colectivo turístico, incluido los congresistas
Redacción –
Matrimonios de entre 45 y 65 años. En su mayoría norteamericanos pero cada vez de más nacionalidades (especialmente, asiáticos y latinoamericanos). Viajan solos o con niños no muy pequeños y van acompañados de abundante equipaje. Se alojan en los mejores hoteles de Barcelona y gastan más en la ciudad que cualquier otro colectivo turístico llegando incluso a superar a los visitantes de congresos profesionales. Así es el perfil de los cruceristas premium, un segmento de gran valor añadido para la ciudad, que se caracteriza por su discreción y por su interés en conocer el lado más auténtico de la ciudad, según han explicado a EscalaBCN diferentes establecimientos hoteleros y operadores de este segmento.
Se desplazan en el eje puerto-ciudad en minivans con chófer privado o contratan taxis para toda su estancia en la ciudad. Ruta gaudiniana y medieval aparte, si no son primerizos eligen Barcelona por ser también un destino pre y post embarque perfecto para otras actividades como chequeos médicos, excursiones a campos de golf en Catalunya, o visitar el museo Dalí en Figueres. Es un turista interesado en la oferta comercial de la trama urbana, no en la de los grandes centros comerciales, y en disfrutar de la experiencia de compra en establecimientos singulares. Son amantes de la buena gastronomía y del alojamiento full service.
El director general del hotel Fairmont Rey Juan Carlos I, Octavio Gamarra, explica a EscalaBCN que el pasajero de este tipo de cruceros es “el cliente ideal” para un hotel como el suyo. “Viajan regularmente, buscan experiencias y entienden que un hotel de lujo es el complemento ideal donde pueden comenzar o terminar el viaje”, señala. Son personas abiertas y que agradecen una atención personalizada. “Es un tipo de turista –añade– que aporta mucho a la ciudad”. “No solo en lo que consumen, sino porque influencian a amigos y familiares para que tengan experiencias similares”, señala Gamarra, de nacionalidad peruana y que ha vuelto a Europa tras 19 años en Asia. China e India, afirma, son países con una demanda pujante, también para los cruceros. Pronto lo notaremos en la apertura de nuevas rutas aéreas intercontinentales con Barcelona.
Es un tipo de turista que aporta mucho a la ciudad. “No solo en lo que consumen, sino porque influencian a amigos y familiares para que tengan experiencias similares
El director general del Hotel Arts, Raúl Salcido, por su parte, explica a EscalaBCN que es “un turismo que apreciamos y que debemos cuidar” porque “respeta el entorno, cumple los requisitos de sostenibilidad y no está masificado”. Por eso, cree que Barcelona debe optar por atraer líneas de crucero con viajeros de alto poder adquisitivo. Respecto a de dónde vendrán los cruceristas del futuro, señala que “de todas aquellas ciudades internacionales en las que haya un vuelo directo a Barcelona”.
Multiculturales
El crucerista de alto poder adquisitivo que llega al puerto de Barcelona de la mano de compañías de lujo como Regent, Crystal Cruises, o Silversea Cruises ya no es solo norteamericano. Y se pueden encontrar entre 45 y 63 nacionalidades en los cruceros de Cunard o de la gama ‘premium’ –un peldaño por debajo de las navieras más exclusivas– como Princess Cruises. “Nuestro público es un público medio-alto. Normalmente nuestros clientes van al Hotel Majestic y alojamientos semejantes de cuatro estrellas como los de Derby Hoteles. Estos hoteles deben cumplir una serie de requisitos, ser céntricos y que tengan fácil acceso al puerto y al aeropuerto.”, remarca el delegado de Cunard y Princess Cruises en Barcelona, José Luis Gómez.
“Es el cliente ideal para un hotel como el nuestro”, afirma el director del Fairmont Rey Juan Carlos I
Los cruceros de lujo y premium han protagonizado este año las más de 71 escalas realizadas en la capital catalana por Oceania Cruises, Crystal Cruises, Seabourn, Regent Seven Seas, Cunard, Celebrity Cruises, y Princess Cruises, entre otros. De ellos proceden los pasajeros más acomodados y los de clase media-alta que, si bien representan sólo uno de cada cinco cruceristas que llegan a la capital catalana, son fundamentales para los alojamientos de 4 y 5 estrellas de la ciudad y para la oferta complementaria.
En concreto, Barcelona brinda a estos cruceristas una oferta de 8.087 plazas de hoteles de cuatro estrellas, 4.765 en alojamientos de cinco estrellas, y 6.776 plazas en inmuebles considerados de Gran Lujo. Para los enamorados del arte y de espacios singulares en el Barcelona les aguardan más de 16 hoteles monumento patrimonio histórico-cultural.
A la vista de los proyectos de las navieras de cruceros que han escogida Barcelona como banco de pruebas para rodar sus nuevos buques de gama top, Barcelona se mantiene como destino consolidado. Un ejemplo es el nuevo buque Sky Princess, que va estar desde finales de septiembre, octubre y noviembre del año próximo en Barcelona haciendo pruebas y, ya de cara a 2020, rodarse ante una nueva botadura, la del Enchainted Princess, que se quedará en el este puerto toda la temporada. Son barcos pertenecientes a la gama Royal y “de categoría más alta y mucho más tecnológicos y eficientes”, según el representante de esta firma.