por Redacción
La industria de los cruceros sigue con mucho interés la transición hacia nuevos sistemas energéticos más limpios
Los avances trepidantes que está viviendo el mundo para cambiar el modelo energético y apostar por fuentes de energía más limpias también están llegando a los puertos. Electrificación, uso del hidrógeno como combustible de cero emisiones…el futuro se presenta lleno de novedades.
La progresiva electrificación de los sistemas de transporte para eliminar las emisiones es uno de los retos. Los principales enclaves del mundo están preparando infraestructuras para que los barcos puedan conectarse a la red de suministro eléctrico durante sus escalas en puerto y evitar así que tengan que usar sus motores auxiliares para el mantenimiento de sus sistemas. La industria de los cruceros, una de las más concienciadas con la sostenibilidad, sigue con interés esta cuestión, que puede beneficiar a buques de todo tipo. En la foto de este artículo, vemos cómo el Puerto de San Diego (USA) realizó pruebas de éxito de conexión de cruceros a red eléctrica.
‘Cold ironing’ ¿En qué consiste?
El Puerto de Goteburgo (Suecia) fue el primero en ofrecer, en el año 2000, una conexión eléctrica de alto voltaje para los barcos de carga, solucionando de esta manera algunos problemas de ruido. Estocolmo, Hamburgo, Rotterdam y Amberes también han avanzado en este camino. Por su parte, el puerto de Barcelona tiene en marcha un estudio de viabilidad para ofrecer energía eléctrica a los barcos en algunas terminales o muelles. Una de las cuestiones a resolver es la estructura tarifaria y de costes del sistema eléctrico, según explica a EscalaBCN el responsable de Medio Ambiente del Puerto de Barcelona, Jordi Vila.
…apostar por fuentes de energía más limpias también están llegando a los puertos. Electrificación, uso del hidrógeno como combustible de cero emisiones…el futuro se presenta lleno de novedades.
En el caso de los cruceros, la conexión eléctrica cuando el barco está atracado permitiría, según Vila, que no tuvieran que utilizar los motores auxiliares para la climatización interior y de los camarotes, la iluminación o servicios internos como, por ejemplo, los equipos informáticos. El reto es suministrar la suficiente electricidad que necesitan estos hoteles flotantes. Hemos de recordar que la práctica totalidad de los barcos de crucero modernos vienen ya preparados para una conexión de este tipo.
Hidrógeno
Pero no todo es electrificación. El hidrógeno se está consolidando cada vez más como una alternativa sostenible y competitiva con los combustibles tradicionales gracias a los avances y soluciones tecnológicas desarrolladas en los últimos años. La utilización de este gas como combustible de cero emisiones para algunos usos incipientes ya es una realidad en algunos puertos de California y, dentro del transporte terrestre, Toyota ha impulsado el desarrollo de turismos, maquinaria y camiones de gran tonelaje.
Barcelona, que albergó en febrero una reunión de expertos europeos sobre el hidrógeno, participa activamente en el World Ports Climate Action Program, junto a los puertos de Long Beach, Los Ángeles, Rotterdam, Hamburgo, Amberes y Vancouver. Este programa se articula en torno a cinco grupos de trabajo. Uno ellos, precisamente el dirigido al desarrollo de conexiones eléctricas para suministrar a los barcos y otras soluciones de cero emisiones para las escalas, está liderado por el Puerto de Barcelona.
El Gas Natural Licuado, en proceso de implantación general
La revolución energética es una carrera que involucra a numerosos actores. La multinacional General Electric y la empresa holandesa Nedstack anunciaron un proyecto de colaboración para desarrollar un sistema de celda de combustible de hidrógeno para alimentar los motores eléctricos de embarcaciones del tamaño de los cruceros, que permiten realizar viajes de media distancia sin emisiones contaminantes. En los próximos años la Organización Marítima Internacional (IMO) endurecerá la regulación medioambiental para todo el transporte marítimo.
De momento, el único combustible operativo que permite reducir de manera efectiva las emisiones es el Gas Natural Licuado (GNL). El Puerto de Barcelona comienza a recibir este año los primeros cruceros impulsados por este combustible, que se benefician de las bonificaciones impulsadas por el puerto barcelonés para incentivar las escalas de los barcos más sostenibles.