Cruceros conectados a la red eléctrica, la gran apuesta de Barcelona y las navieras

El proyecto, que sigue el modelo de Vancouver y Los Ángeles, contribuirá a reducir drásticamente las emisiones aéreas

por EscalaBcn

La carrera hacia la descarbonización de la industria de cruceros tiene una de sus citas ineludibles en tierra. La electrificación de los muelles es un gran salto adelante que permitirá a las embarcaciones apagar sus motores cuando estén atracadas. De esta forma, desparecerán prácticamente todas sus emisiones contaminantes durante la escala en la ciudad

Este gran avance para preservar la calidad del aire en los destinos requiere de un esfuerzo coordinado entre los puertos y las navieras para implantar el denominado Onshore Power Supply (OPS), un sistema que permite que los barcos se enchufen a la red eléctrica de las ciudades durante su estancia. De esta manera, se abastecen de energía local y limpia durante el período de parada, evitando quemar combustible para mantener activos sus servicios básicos. 

El sector de los cruceros inició hace más de dos décadas el proceso para adaptarse al sistema OPS, a través de la paulatina incorporación a sus barcos de la tecnología necesaria para conectarse a la red eléctrica en los muelles.

Aunque en Norteamérica el proceso de electrificación de puertos está más avanzado, Europa ha alcanzado recientemente un consenso sobre la normativa. Los principales puertos europeos están obligados a electrificar una parte de su actividad antes de 2030. Para ello, cuentan con dotaciones de fondos de la UE.

El Port de Barcelona toma la delantera

Ante este reto global, el Port de Barcelona es uno de los que ha tomado la delantera en el Mediterráneo -junto con Malta y Génova-. Y lo ha hecho a través de su Proyecto Nexigen de electrificación de sus muelles, en el que prevé invertir un total de 110 millones de euros. 

Según fuentes de la autoridad portuaria, el recinto aspira a tener listos los primeros OPS en el muelle Adossat de cruceros en 2026; estos tendrán capacidad para abastecer de energía a todas sus terminales y a cinco buques de forma simultánea. Posteriormente, se completará una electrificación gradual que en 2030 también llegará a los muelles para ferris y portacontenedores. 

Es importante tener en cuenta que, según estimó el puerto barcelonés en base a un estudio de 2019 de Barcelona Regional sobre calidad del aire, la actividad de los cruceros es responsable únicamente del 0,7% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y del 0,16% de las partículas en suspensión en Barcelona.

Ana Arévalo, Energy Transition Manager del Port de Barcelona, señala que la electrificación de los muelles es un proceso complejo, que requiere tiempo para su desarrollo. 

Dos datos ayudan a hacerse una idea de su envergadura: se instalarán 240 kilómetros de cable y se harán 20,5 kilómetros de canalizaciones hasta las terminales. “Estimamos que el despliegue durará cuatro años, desde que solicitemos el acceso y la conexión hasta que tengamos la conexión física”. Y añade que, una vez dispongan de la capacidad de suministrar los 80 MW de potencia requerida, “deberemos tener los muelles preparados”. “Por este motivo estamos iniciando distintos proyectos en paralelo”, explica.  

La conexión a la red permite el apagado total de los motores de la embarcación, reduciendo las emisiones aéreas
(Foto: Hamburg Port Authority)

Según Arévalo, y en materia de electrificación, el puerto catalán “toma como referentes los puertos de Vancouver y Los Ángeles” y es uno de los más avanzados entre los puertos españoles.

Por ahora, se ha lanzado la licitación para construir la subestación eléctrica que se convertirá en el nodo principal de la red para electrificar los muelles. Además, se ha autorizado su conexión con Red Eléctrica de España (REE) mediante una línea de alta tensión soterrada que permitirá el suministro de energía limpia con certificación 100% renovable a los barcos. A la vez, se prevé construir la red de media tensión que la unirá a todas las terminales.

Es importante tener en cuenta que, según estimó el puerto barcelonés en base a un estudio de 2019 de Barcelona Regional sobre calidad del aire, la actividad de los cruceros es responsable únicamente del 0,7% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y del 0,16% de las partículas en suspensión en Barcelona.

Lluís Salvadó, presidente del Port de Barcelona, asegura que “la electrificación nos permitirá reducir las emisiones del puerto de forma drástica y también la contaminación acústica que generan las embarcaciones, porque desconectarán sus motores y se conectarán a la red eléctrica”. “Por tanto”, prosigue, “es un salto cualitativo importantísimo que mejorará la calidad de vida de la ciudad de Barcelona”.

Los cruceros lideran la transición energética

El sector de los cruceros inició hace más de dos décadas el proceso para adaptarse al sistema OPS, a través de la paulatina incorporación a sus barcos de la tecnología necesaria para conectarse a la red eléctrica en los muelles. Tanto es así que, actualmente, el 40% de la flota de buques de crucero está habilitada para ello, y se prevé que alcanzará el 75% en 2028, según datos de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA). Sin embargo, menos del 2% de los puertos mundiales ofrecen actualmente la posibilidad de enchufarse a la red eléctrica local.

Carnival Corporation fue pionera en este ámbito, al disponer del primer buque de crucero en conectarse a la red eléctrica en 2001: se trataba de un barco de Princess Cruises que operaba en Alaska. Desde entonces, las compañías estadounidenses del grupo hacen un uso cada vez más frecuente de este servicio en aquellos puertos que disponen de esta tecnología en Estados Unidos y Canadá.

Precisamente, Carnival forma parte del grupo de trabajo creado en septiembre de 2022 por Port de Barcelona y los principales operadores de cruceros para agilizar la conexión de los buques a la red eléctrica general una vez estén atracados y alinear las infraestructuras en tierra con las necesidades de la flota. Así, para sus compañías Costa y Aida -que operan en Barcelona- han planteado, por ejemplo, cuál debería ser la ubicación óptima del buque en el muelle y también en qué lado y a qué altura de este debería estar el enchufe OPS para abastecerse de electricidad en tierra, según explica a Escala Barcelona Andrea Rudan, Project Manager Electrical & Automation / All Brands Group Marine Technology de Carnival Corporation.  

En definitiva, la coordinación entre puertos, compañías de cruceros, astilleros, fabricantes de equipamiento náutico y otros agentes es fundamental para lograr extender el sistema OPS en toda Europa.

La electrificación de los muelles es una gran revolución para lograr que el transporte marítimo sea más sostenible. Barcelona y las navieras trabajan de la mano para hacer realidad este gran salto adelante en materia de sostenibilidad. 

Más información sobre el proceso de electrificación de la industria en el banco de información* (Cruise Info-hub) recientemente publicado por CLIA Europe.

*Ruta a seguir: El aire que respiramos -> Más información

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Créditos fotografías y agradecimientos: Hamburg Port Authority

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