Cruceros de lujo: su impacto económico crece en Barcelona

Por Patricia Castán

Atracado en la terminal A del Moll Adossat, la visita inaugural del Explora I certificaba hace unas semanas que Barcelona no es solo el primer puerto de cruceros de Europa, sino que también se ha convertido en uno de los que atrae a más navieras de lujo del mundo. En 2023, un tercio de los barcos que lleguen a la ciudad serán de las categorías premium o de lujo (que es la categoría máxima). Según datos a los que ha tenido acceso Escala Barcelona, esta tendencia aún crecerá más en 2024.

Este lucrativo segmento de mercado ha encontrado en la capital catalana un aliado como puerto base, en tanto que su infraestructura portuaria es una de las más modernas del continente para facilitar el inicio o el final de rutas, ofrece cómodas conexiones aéreas y tiene una red hotelera y comercial capaz de satisfacer a los turistas de crucero de gran poder adquisitivo que pasan unos días en la ciudad. Pero incluso las escalas de una jornada tienen efecto en el ámbito del comercio y la cultura, porque en estos buques suelen ser más de más horas y el propio perfil del viajero comporta un gasto notablemente superior a la media. Y, sobre todo, elige excursiones o salidas personalizadas, fuera de los circuitos más concurridos, según destacan las diversas fuentes consultadas.

El Hotel Majestic Hotel&Spa trabaja habitualmente con cruceros de lujo.

Explora Journeys, la nueva compañía del Grupo MSC dirigida al viajero de más alto nivel, no elegía por casualidad a Barcelona tras dejar el astillero italiano de Fincantieri. Abanderan un nuevo lujo sostenible, con cruceros diseñados no solo para conquistar al turista más exigente sino también para reducir al máximo su impacto medioambiental, tal como está haciendo toda la industria. Como muchas navieras de lujo (Crystal Cruises, Seabourn, Seadream, Regent Seven Seas Cruises, Ponant y Silversea, entre otras), buscan siempre destinos pocos frecuentes que añadan exclusividad, pero incluyen un puñado de grandes ciudades que consideran imprescindibles. Y sus viajeros suelen pagar a partir de 5.000 euros por una semana. 

Michael Ungerer, CEO de Explora Journeys, explica que Barcelona es ideal como puerto base “por todo lo que ofrece”. Venderán paquetes que incluirán un par de noches en la ciudad en las rutas que el futuro Explora II, también para 900 pasajeros, iniciará en la ciudad el próximo año, al que se sumarán cuatro buques más hasta 2028. 

Un cliente deseado para la capital catalana

Es “el cliente que querría cualquier destino”, apunta Lluís Salvadó, presidente del Port de Barcelona, convencido de que este nicho de mercado “encaja” como un guante en la apuesta de Barcelona. 

Otro nuevo elemento alienta este mercado: de los 66 cruceros en construcción en los próximos cinco años en todo el mundo, un total de 43 (el 65 %) son de lujo o premium, según datos facilitados por el Port de Barcelona. En esta última categoría, con buques medianos y servicios de mayor nivel, se engloban navieras como Holland America, Celebrity Cruises u Oceania, que este agosto ha traído también por primera vez a Barcelona su nuevo barco, Oceania Vista.

“Para nuestras tiendas es un gran cliente, pero hay que tener en cuenta que el efecto va mucho más allá, generan todo un ecosistema, porque sin los cruceros que salen de Barcelona no habrían crecido tanto las conexiones intercontinentales, que luego generan otros muchos viajeros de negocios”, enfatiza.

Sin ir más lejos, la Ciudad Condal recibirá este año cruceros de un total de 27 compañías de lujo y premium. La suma de ambas suponía un 26 % de los cruceros que llegaban a la ciudad en 2019, mientras que este año serán un 33 %. Además, fuentes portuarias estiman que en 2024 ya supondrán un 38 %. Si se contabilizan solo las navieras más exclusivas, la próxima temporada crecerán hasta representar un 23 % de las escalas. Y este ejercicio han destacado también otros debuts de altos vuelos como el de la compañía Ritz-Carlton, que se ha sumado al superlujo en alta mar.

El paseo de Gracia, como arteria principal del lujo barcelonés, se beneficia directamente de la llegada de turistas del segmento ‘luxury’.

Los cruceros ‘top’ suponen un filón para cualquier destino porque implican barcos de tamaño medio o pequeños, capacidades de unos 200 a poco más de mil cruceristas que no tienen el impacto de un gran desembarco, y que además se redistribuyen discretamente en excursiones en pequeños grupos o particulares. Pero es sobre todo en sus visitas de turnaround (operación de embarque y desembarque) cuando dejan más huella económica. Los estudios sectoriales de impacto económico solo han cifrado hasta ahora el gasto medio del crucerista en general (230 euros por persona y día cuando pernoctan, según el último informe de la Universidad de Barcelona). Pero baste señalar que las tarifas medias de un hotel de lujo en Barcelona se sitúan actualmente por encima de los 300 euros por habitación, según varias cadenas consultadas.  

Bienvenido en hoteles y restaurantes

Uno de los alojamientos que más trabaja con cruceros de lujo es el Majestic Hotel&Spa. El cliente estadounidense, uno de los principales usuarios de estos viajes y acostumbrado a vuelos intercontinentales para navegar en Europa, pide ubicaciones céntricas por encima de cinco estrellas. Fuentes del histórico establecimiento del paseo de Gràcia detallan que tienen acuerdos para alojar regularmente a cruceristas de Silversea, Regent y Seabourn, que pernoctan antes y/o después de la ruta marítima, y a veces pasan más días. “Hacen importantes gastos en cultura y alta gastronomía, y suelen venir con reservas realizadas con semanas de antelación en los mejores restaurantes”, dicen. Los norteamericanos, al contrario que los asiáticos, prefieren la experiencia de compra de firmas locales y de diseño, así que el hotel ha tenido un gran éxito con la experiencia ‘Made in Barcelona’ que los guía a ateliers y talleres artesanos de la ciudad capaces de brindar incluso piezas personalizadas, señala el mismo portavoz.

Muy cerca, en el Condes de Barcelona y en el Monument Barcelona, la historia se repite. En este último la presencia de cruceristas de lujo es cada vez más notoria, aseguran. Se trata de un cliente que siempre quiere conocer la cocina de su restaurante Lasarte, con tres estrellas Michelin. Los extranjeros suponen dos tercios de la clientela, y entre ellos destaca de nuevo el estadounidense (un 25 % de sus comensales), que en muchas ocasiones es crucerista de lujo, detallan fuentes del establecimiento. La ruta Michelin es clave para estos pasajeros, pero también los restaurantes más elitistas o en boga.

En El Palace Barcelona añaden que es un viajero que suele contratar además guías que les hagan acompañamiento en sus rutas, para enclaves de interés y para puntos de shopping. En su caso, con reserva segura en su cotizado restaurante Amar (el mismo que visitó Obama con Bruce Springsteen en su reciente visita y que ahora se ha convertido en parada obligada de los estadounidenses de alto poder adquisitivo). Dan trabajo también a conductores particulares. Y va ganando fuerza el crucerista más sibarita de Oriente Próximo, informan.

Luis Sans, propietario de la boutique Santa Eulalia.

Importancia estratégica

En ese eje de oro de las compras en Barcelona, paseo de Gràcia, su presidente, Luis Sans, pone en valor la “gran importancia estratégica” de los cruceros que tienen puerto base en Barcelona, y sobre todo los de la máxima categoría. “Para nuestras tiendas es un gran cliente, pero hay que tener en cuenta que el efecto va mucho más allá, generan todo un ecosistema, porque sin los cruceros que salen de Barcelona no habrían crecido tanto las conexiones intercontinentales, que luego generan otros muchos viajeros de negocios”, enfatiza. Recuerda además que muchas estancias se prolongan y aprovechan para servicios médicos. Explica asimismo que el consumo abarca a transfers y transportes exclusivos, y a visitas al resto del territorio (del enoturismo al museo Dalí de Figueres), contribuyendo definitivamente a la descentralización, como también destacan fuentes de Turismo de Barcelona. 

Créditos fotografías: MSC Cruises – Explora Journeys – Adobe PhotoStock

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