Kiosco Colón (Rambla) o cómo el turismo ha contribuido a mitigar la crisis de la prensa

Redacción 

Dentro de nuestra sección Protagonistas, arrancamos una serie de relatos que buscan acercar historias personales de pequeños comerciantes de Barcelona. ¿Qué relación tienen con los cruceros?  ¿Cómo es el día a día de estos establecimientos que hacen latir nuestra ciudad? Hoy ponemos el foco en Fernando de Andrés, propietario del Kiosco Colón.

Cada mañana, cuando los primeros rayos de luz comienzan a salir, arranca el día de nuestro protagonista. Tras un breve paseo, Fernando llega a su kiosco, ubicado en La Rambla. Desde hace más de 30 años, allí recibe a locales y visitantes; un constante ir y venir de personas; de historias. 

En estas más de tres décadas, ha vivido en primera persona muchos cambios, entre ellos, cómo la llegada de nuevas tecnologías modificaba los hábitos de consumo de los ciudadanos y cómo el periódico en formato papel quedaba relegado a un segundo plano. 

Precisamente, esta transformación de la prensa y la consiguiente caída en la venta de periódicos y revistas ha empujado a Fernando a modificar su modelo de negocio. Hoy, en sus estanterías, además de encontrar ejemplares de las principales cabeceras, también se pueden ver mapas de la ciudad, tazas, imanes, llaveros o gorras; pequeños souvenirs que buscan conquistar los gustos de los turistas, sus aliados. 

Situado al comienzo nuestra emblemática arteria, el quiosco de Fernando puede ser uno de los primeros o los últimos establecimientos que los turistas de crucero visitan a su paso por nuestra ciudad. Y, según reconoce, estos juegan un papel significativo en su negocio: “Desde hace ya unos años, el turismo de cruceros ha ido a más”, explica “y nos influye mucho”. “De abril / mayo hasta octubre / noviembre, que es la temporada fuerte, se nota mucho”, agrega.

En este sentido, y como se desprende de un estudio elaborado por la Universitat de Barcelona (2016), la actividad crucerista en el Port supone una facturación en Cataluña de más de 1 000 millones de euros y más de 9 000 puestos de trabajo, de lo que más de 6 800 se concentrar en la Ciudad Condal.

Apasionado de su trabajo y de Barcelona, las personas que se acerquen a su pequeño negocio -en el que también trabaja otra persona – encontrarán además de estos pequeños recuerdos, una fuente de información. Fernando disfruta ofreciéndoles recomendaciones sobre qué ver y hacer; les señala los mejores lugares para comer, los rincones menos conocidos y los monumentos que más le impresionan. 

Desde que levanta la persiana de su kiosco, la vida de Fernando transcurre entre revistas y souvernirs; entre rostros nuevos, y caras de los clientes habituales y otros comerciantes que le acompañan día tras día; mes a mes en La Rambla…Son como una familia.

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