Nuevo vuelo estacional de United Airlines entre Barcelona y Chicago mientras se prevé un aumento de los pasajeros de crucero norteamericanos en 2023
por EscalaBarcelona
El visitante norteamericano de alto y medio poder adquisitivo es el “turista ideal” para Barcelona, “por ser tanto el que más dinero se deja en la ciudad como por su comportamiento ejemplar”. Así lo afirmaba recientemente el diario La Vanguardia, en una editorial titulada “La batalla por el turismo de alta gama”. Estados Unidos es, precisamente, el primer país de procedencia de los cruceristas extranjeros que embarcan en Barcelona, según datos del Port de Barcelona. Este flujo de visitantes refuerza y alimenta una parte de los vuelos intercontinentales del aeropuerto de Barcelona-El Prat, que a mes de octubre ofrecía conexiones entre Barcelona y 10 aeropuertos estadounidenses (Nueva York-JFK, Miami, Atlanta, Chicago, Newark, Filadelfia, Washington, Los Ángeles, Boston y San Francisco).
Los cruceristas norteamericanos utilizan habitualmente Barcelona como puerto base para sus circuitos por aguas mediterráneas. El gasto de este perfil de cruceristas, que vistan y pernoctan en la ciudad, es de 230 euros por día, según un estudio de la Universitat de Barcelona (UB)
La reactivación del turismo de cruceros actúa como acicate para establecer nuevos vuelos entre la capital catalana y el país norteamericano. “El tráfico de cruceros contribuye a la gran popularidad de Barcelona como destino para viajeros de EE.UU.”, explica a Escala Barcelona Antonio de Toro, Country Sales Manager España de United Airlines, compañía que a partir del 26 de mayo de 2023 y hasta el 28 de septiembre operará una nueva ruta diaria sin escalas que unirá Barcelona-El Prat y su hub en el aeropuerto Chicago O’Hare. “Una cantidad significativa de viajeros que vuelan en nuestros servicios hacia y desde Barcelona se originan en los EE. UU”, explica el directivo, que añade que el nuevo vuelo estacional entre Chicago y Barcelona “dará servicio tanto a los viajeros de negocios, como a los turistas, entre ellos los cruceristas”.
“Barcelona es sin duda una gran ciudad con muchísimas oportunidades y una amplia oferta para todos los gustos. Desde su arquitectura, su gastronomía, su gente, sus costumbres, su historia, por nombrar unos pocos de los muchos atractivos de la ciudad, hacen de la ciudad Condal un destino muy atractivo y único para el pasajero norteamericano”, señala el Country Sales Manager España de United Airlines.
Barcelona como puerto base
Los cruceristas norteamericanos utilizan habitualmente Barcelona como puerto base para sus circuitos por aguas mediterráneas. El gasto de este perfil de cruceristas, que vistan y pernoctan en la ciudad, es de 230 euros por día, según un estudio de la Universitat de Barcelona (UB), referido al año 2016. El citado importe había aumentado en un 15% respecto a 2014.
Asimismo, el referido estudio de la UB destacaba el papel de los cruceristas norteamericanos que suponían entonces el 18% del total de los pasajeros de cruceros, cuando solo representa el 8% del total de turistas vacacionales en Barcelona.
Impulso por la paridad euro-dólar
El mercado de turistas de crucero de origen norteamericano está recuperando durante 2022 los niveles prepandemia después del gran descenso sufrido en 2020 y 2021 debido a las restricciones relacionadas con la COVID-19. Hasta el mes de septiembre el Port de Barcelona recibió un total de 333.000 pasajeros de crucero de esta procedencia (un 17,5% del total), según fuentes del Departamento de Cruceros del Port de Barcelona. En 2019 los pasajeros de este origen fueron 547.000, un 18% del total global.
El puerto barcelonés espera que en 2023 el cambio euro/dólar ayude a incrementar el porcentaje de turistas norteamericanos, “la gran mayoría de los cuales hacen embarque y desembarque en nuestro puerto”. Es decir, que tienen a Barcelona como puerto base en sus cruceros por el Mediterráneo, lo que favorece que puedan pasar unos días antes o después para conocer más en profundidad la ciudad.
Precisamente, la fortaleza del dólar frente al euro, que aumenta la capacidad de compra de los turistas estadounidenses, hace pensar a algunos directivos de la industria de los cruceros que en 2023 habrá una gran afluencia de cruceristas de EE. UU. en Europa. “El año que viene veremos récord de cruceristas de EE. UU. cruzando el Atlántico”, afirmaba a finales de octubre en el diario económico Expansión el vicepresidente de Royal Caribbean International, Bert Hernández. Y Barcelona es uno de los destinos más deseados por este público. Una relación de amor que va a más.
