por EscalaBcn
La accesibilidad se ha convertido en un aspecto fundamental para brindar a residentes y visitantes la oportunidad de vivir los destinos con total libertad. Y esta, tiene que entenderse en una dimensión global: de poco sirven ciudades que promuevan la accesibilidad universal si luego, por ejemplo, es difícil encontrar alojamientos y transporte públicos sin barreras arquitectónicas u opciones de ocio inclusivas.
Barcelona también está avanzando en este terreno y cuenta con su plan de accesibilidad universal 2018 – 2026. Tras una fase de diagnóstico, se ha pasado a la propuesta de soluciones y a la planificación e implementación de medidas encaminadas a conseguir los objetivos fijados.
Pero, ¿qué pasa con los barcos de crucero? ¿Son accesibles? La respuesta es sí. Las navieras están impulsando iniciativas para conseguir que sus buques sean cada vez más accesibles, no solo para personas con movilidad reducida sino también aquellas que tienen otro tipo de necesidades. En este sentido, el informe State of the cruise industry 2023, elaborado por la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) constata el incremento en el número de cabinas accesibles en el total de la flota.
Igualmente, un estudio de opinión realizado por la misma entidad revela que para el 82 % de los viajeros con movilidad reducida o para aquellos que viajan con personas con movilidad reducida un crucero es su única principal opción vacacional.
Si bien las compañías de crucero informan en sus páginas web de los servicios y facilidades disponibles para personas con discapacidad, Royal Caribbean International ha dado un paso más y cuenta con un departamento específico destinado a diseñar experiencias accesibles a bordo y en tierra. Hoy, esta área creada hace 25 años con un solo empleado, está formada por 30 profesionales.
Excursiones adaptadas en Barcelona
Los turistas de crucero cada vez demandan más excursiones accesibles entre ellas las visitas panorámicas – que incluyen paradas en lugares tan emblemáticos como Montjuïc y la Sagrada Familia – se han vuelto una elección muy popular.
En el caso concreto de la Sagrada Familia, se está cuidado de forma expresa la accesibilidad. Así, gran parte del edificio está dotado de rampas y ascensores que facilitan la visita tanto el interior como el exterior del edificio. Además, se proporcionan audioguías adaptadas para personas con discapacidad visual, que ofrecen detalles sobre la luz, colores y texturas del templo de Gaudí.
Otra de las obras más emblemáticas del artista e icono de la Ciudad Condal, el Parque Güell, también ha sido adaptado, equipándolo con rampas y ascensores para que personas con movilidad reducida tengan a su alcance la posibilidad de explorar los vibrantes mosaicos, las esculturas y las estructuras singulares de esta maravilla situada en un entorno natural inigualable.
Las playas, también accesibles
Barcelona es mar y el mar es playa. La página web del Ajuntament recoge puntualmente los servicios para personas con discapacidad disponibles en cada arenal; estos no se limitan a establecer una zona delimitada para el baño; se busca ir un paso más allá, apostando por una experiencia accesible completa.
Viajar es más que una forma de ocio; es una forma de adentrarse en otras culturas, de enriquecerse, de descubrir nuevos rincones. Conseguir ciudades más accesibles y opciones de tiempo libre aptas para todos es un síntoma de que avanzamos hacia una sociedad más inclusiva; hacia una sociedad mejor.
Foto portada: iStock by Getty Images